Cuantos más seamos más nos reiremos

19 febrero 2006 ·

Cuando el viernes por la tarde llamé por teléfono a Fran para concretar la salida en bici del domingo, me sorprendió con que su compañero Enric y el grupo que sale con él, vendría a pedalear con nosotros si decidíamos ir a Collserola.
El motivo, pues que ellos no salen nunca por este parque y "eso no puede ser". Conociendo a Fran, seguramente que les ha comentado que es el paraiso del MTB, que no es tan duro como Badalona, pero nada más lejos de la realidad. Os explico.
A las 8:15 nos hemos reunido Fran, Isaac, Enric y su grupo (lo siento pero no me quedé con los nombres de todos), Dami, Félix y Santi. En total 8. Casi un pelotón.
Tras las presentaciones de rigor y el hinchado de una rueda un poco floja, empezamos a subir por la pista de Can Catà.
Conforme vamos subiendo se me ocurre comentar a ver que día subimos por otra variante que, yendo al mismo sitio lo hace de forma más directa y, evidentemente, con mucha mayor pendiente. Nosotros conocemos esa pista como "la biga", ya que en una parte del recorrido la pista se convierte en una pared que se te atraviesa como su propio nombre indica.
Al oir mi comentario, voces más cualificadas han apoyado mi proposición y venga, todos para arriba por "la viga".
Como ya he comentado la subidita se las trae, así que el mito de que Collserola es más fácil para pedalear, enseguida se ha desmoronado.
Las caras han ido cambiando de expresión, sobre todo las de aquellos que, dada la pendiente han tenido que empujar las bicis mientras pateaban.
Tras varios reagrupamientos conseguimos llegar al "matamachos" donde de nuevo volvió a brotar la vocación senderista de muchos.
Más reagrupamientos y llegamos hasta el Portell de Valldaura. Como ha empezado a llover, hemos decidido acortar y dirigimos hacia la ermita de Sant Medir, para enfilar el camino de vuelta.
La pista de bajada está atravesada por muchos árboles caidos tras estos días de mal tiempo, lo que nos ha obligado a bajar constantemente de las bicis para saltar árboles unas veces y pasarlos por debajo otras.
Finalmente hemos llegado a Can Borrell y desde allí, tras pasar por detrás del Patronato de la Flor de Maig, a Can Coll donde el desayuno que tenían previsto los amigos de Fran, ha menguado hasta convertirse en un cortado y vámonos para casa pues no paraba de llover.
Nos hemos dirigido hasta Montflorit y tras gastar unos euros en un lavado a presión porque las bicis estaban que daba asco, finalmente hemos llegado a los coches.
Despedidas y a ver cuando nos vemos otra vez.
El track de la salida está disponible aquí

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