Maratón de los Monegros 2007 ¡¡Pabernos matao!!

09 mayo 2007 · 0 comentarios



Antes de empezar la crónica de mi participación en la Maratón de los Monegros 2007, vaya una frase que personalmente me gusta mucho y que describe a la perfección lo allí sucedido: ¡¡PABERNOS MATAO!!.

El sábado 5 me levanto bastante temprano, recojo los bártulos preparados la noche anterior, me despido de la cónyuja con el consabido "Ten cuidado", aunque esta vez me parece que me lo dice con más ahínco que de costumbre, si eso es posible.

Cargo el coche y ¡hala!, pa Sariñena. El día es soleado y no amenaza con las lluvias que durante los últimos días no me han dejado entrenar lo que me hubiera gustado pero ya es tarde para lamentaciones.

El tráfico mañanero es escaso y tras una pequeña confusión con la ruta, llego a Sariñena sobre las 12:00.

Llego al recinto donde está la organización y empiezo a ver mucha gente, algunos incluso con autocaravanas, que ya están comiendo y preparando las bicis y eso que faltan dos horas para la salida.

Recojo el dorsal y ya tengo toda la faena hecha hasta las 14:00 en que se da la salida. Me dedico a tratar de relajarme y empiezo a beber sorbitos de agua para estar bien hidratado. Error, como ya se verá a continuación.

Sigue llegando gente al recinto y cada vez hay más ciclistas calentando. ¡¡Si todavía falta hora y media!!.

A las 12:30 saco mi taper de pasta y haciendo un esfuerzo me lo zampo. No tengo hambre y creo que los nervios no me ayudan a comer. Aun así me lo como y no se me queda muy buen cuerpo que digamos. A ver si ahora me voy a poner malito...

A las 13:00 empiezo a cambiarme de ropa y lo hago tranquilamente dentro del coche pues, total, sólo tengo que ponerme el culotte. Hay rezagados que llegan a esa hora y todavía se paran a cambiar las cubiertas, utilizando a la novia/mujer/compañera sentimental, para hincharlas con una bomba de taller. ¡¡Menudo morrazo!!.

No he visto a ninguno de mis paisanos del BTTBADALONA, aunque sí a Chus de BTTMANIA. Evidentemente no le digo nada, pues no lo conozco en persona y además en ese momento está saludando a unos conocidos suyos.

13:30 y ya estoy de los nervios. Tengo la bici preparada, el Camelbak también, yo estoy vestido y con el casco puesto, el recinto es un hervidero de bicis arriba y abajo calentando, así que me uno a la fiesta y salgo a calentar yo también, aunque lo que primero que hago es buscar un sitio donde aliviar la vejiga que, entre los nervios y el agua que llevo bebida, ya está llena. Me desplazo de un sitio a otro aunque no se puede decir que esté calentando, más bien voy haciendo tiempo hasta las 14:00.

Los más pros ya están en la línea de salida haciendo cola para salir los primeros y yo me estoy meando otra vez. Vacío la vejiga nuevamente y ya me dirijo a la línea de salida donde me coloco bastante atrás pues no tengo ganas de aglomeraciones ni de enganchones en la salida.

Al rato estoy rodeado de ciclistas y con muchos más detrás, así que parece que estemos en la cola del Corte Inglés antes de que abran el primer día de rebajas.

13:50 y la organización empieza a darnos instrucciones por megafonía. "La salida es neutralizada", "A partir del km. 55 el cierzo soplará en contra", etc, etc.

Bocinazo y empieza la prueba como yo me esperaba, con la peña esprintando y metiendo la rueda para adelantar en los primeros metros. Algún frenazo, algún empujón y ya estamos en marcha.

Después de pasar neutralizados, pero a carajo sacao, por las calles de Sariñena, llegamos a la pista y allí empieza el Tour de los Monegros, con los bikers en línea, plato grande, piñón pequeño y "mariquita el último". La polvareda es grande pero menos de lo que me esperaba. La pista tiene hierba en el centro y sólo hay los dos laterales para avanzar por lo que vamos en dos filas paralelas y a la velocidad del biker de delante.

Km. 5 y me estoy meando otra vez. Maldiciendo en arameo - y nunca mejor dicho- me tengo que parar a vaciar la vejiga por tercera vez en menos de una hora. Es evidente que me he pasado hidratándome.

La incorporación a la pista es difícil pues la gente viene cagando leches, pero sin intermitente ni nada me reincorporo y al ratito veo a Silverterbike de BTTBADALONA, con su inconfundible mallot azul cielo y amarillo. Estoy en el carril de al lado y no le digo nada de momento pues no quiero distraerlo, así que quedo como un guarro cuando él me reconoce, me llama y me dice "¿No saludas a los paisanos?". Jopetas, que yo no quería hacerme el pesao...

Su hermano va justo delante y lleva una musiquita insoportable por el roce de un disco de freno. Veo a Furinyaca y al momento me saluda Josep, que también lleva la ropa de Barna Power con el nick en el culete, como yo.

Charlamos un poco y llegamos a un enorme charco que ocupa casi toda la pista. Allí me despisto y salgo solo con la convicción de que los llevo delante, así que empiezo a apretar un poco para ver si los atrapo pero sigo sin verlos.

Empieza una larga subida, con poca pendiente pero no se le ve el fin. El grupo se empieza a estirar y ahora ya se puede ir adelantando a los que van más despacio.

Sigo sin verlos hasta que antes de coronar me atrapa Josep. "¿Pero no estabas delante?". Me explica que no, que se habían quedado en el charco.

A partir de ahí formamos el "mini-team Barna-Power" con Josep llevándome a toda pastilla por esos campos mientras charla animadamente y yo bastante tengo con no perderle la estela.

Primer avituallamiento bien surtido de bebida y comida. Seguimos palante a un ritmo trepidante que nos lleva 25 kms más allá, bajo un puente de la autopista AP-2, al segundo avituallamiento mejor surtido todavía que el primero.

Nada más salir, el cierzo nos recibe con "cariño" y soplando en contra con bastante fuerza. Pierdo un poco la rueda de Josep y ya no le alcanzo hasta coronar la subida del Tozal en el km. setenta y algo. En ese tramo, que es completamente de subida, hay de todo, gente que me adelanta a bloque, otros que van a su rollo charlando y otros que empiezan a caer víctimas de los calambres y eso que todavía faltan más de 50 kms. Yo me lo tomo a mi ritmo aunque el hecho de ver a Josep ahí delante me obliga a intentar alcanzarlo, pero como veo que "va a ser que no", intento regular un poco.

La subida sin ser muy dura, se me hace eterna. El culo lo tengo fatal de la muelte. Ha sido un suicidio traer el sillín nuevo a esta escabechina y me acordaré de este error para el resto de la carrera.

Por fin corono junto a Josep que me ha esperado en las últimas rampas para animarme. La bajada es de las que a mí me gustan, con piedras sueltas, curvas cerradas y a más de 50 kms/h, así que llegamos abajo en un periquete, donde está el tercer avituallamiento. Nos echan aceite en las cadenas que ya cantaban más que Pavarotti y nos dicen que faltan 32 kms y todavía hay otro avituallamiento más. Eso me da fuerzas pues creo que como dice mi amigo Dami "esto está ganao". Además recordaba del perfil del año anterior que, a partir de aquí ya no había ninguna subida heavy más. Lo que no recordaba es que el perfil estaba llenito de "berrugas" que sobre el terreno son sube-bajas rompepiernas.

Llegamos a un subidón con muchas piedras sueltas que intento afrontarlo sobre la bici, pero con la cantidad de gente empujando que hay, no me queda más remedio que bajarme yo también y empujar. Josep lo ha subido como si nada y eso que ya casi llevamos 90 kms en las piernas.

Creía que el rampote era duro, pero lo más duro me esperaba arriba, pues durante unos 2 ó 3 kms. la prueba transcurre por una pista llana, llanísima, con el firme en perfecto estado y rodeada de campos de cereal. El problemilla es que el cierzo sopla y de qué manera. No hay nadie con quien formar grupeta y resguardarme un poco, suponiendo que supiera hacer eso. Intento acoplarme lo más que puedo para evitar el aire pero es en vano. Voy a 180 ppm, con el plato mediano y sufriendo como no recuerdo haber sufrido encima de la bici... ¡¡a 10 kms/h!!.

Mi cabeza me empieza a traicionar y me da por pensar que no voy a poder llegar, que me faltan 25 kms pero que no voy a poder con ellos. Así paso un rato que se me hace eterno.

Como no hay mal que 100 años dure, la pista gira un poco a la izquierda y el viento ya no me da de lleno, aunque todavía viene en contra moviéndome la visera del casco como si la fuera a arrancar. Allí me pasó lo más desagradable de la prueba, pues un "ciervo" me adelanta y para que no se me fuera a ocurrir cogerle la rueda, va el muy "hidepú" y esprinta. Es notoria mi capacidad para soltar sapos y culebras por la boca y a este "hidepú" le dediqué un repertorio digno de su comportamiento.

Como todo el mundo no es así, entre unos vascos que me adelantan y otros catalanes que adelanté, formamos una pequeña grupeta que nos permite llegar hasta el último avituallamiento, donde creí que nunca iba a llegar. Esperándome sonriente está Josep, que parece que acaba de salir de casa a dar una vueltecita y no que lleva casi 100 kms en las piernas.

Salimos hacia la meta desandando los primeros 16 kms de la prueba y, por suerte, el Cierzo parece que aquí no sopla tan fuerte.

Yo estoy más que muerto y lo único que quiero es llegar ya como sea. Tengo el culo destrozao, me duele el trapecio izquierdo como si me estuviera mordiendo un orco, me duele la palma de la mano izquierda y, para colmo, en el km. 105 se me empieza a acalambrar el cuadríceps derecho. No puedo ponerme de pie en la bici pues corro el riesgo de que se termine de clavar la pierna. El culo me duele a más no poder, así que sigo pedaleando sin hacerle caso al cuadríceps, pero justo cuando la pierna derecha deja de molestarme, empieza el cuadríceps izquierdo a cantar por soleares para hacer un bonito duo con su homónimo de la pierna vecina.

Soy un zombie que se arrastra hasta la meta. Josep va mirando para atrás de vez en cuando, supongo que para ver si sigo vivo, pues voy cabizbajo y supongo que con mala pinta.

¡¡Por fín se ve un campanario de Sariñena!! En otras circunstancias la visión me hubiera animado, pero no me animo ni cuando veo que nos acercamos a los arcos de la meta. Mientras los cruzo, acordándome de esas cosas que me enseñó mi madre cuando era pequeño, me santiguo dando gracias a "mi Moreneta" por haberme ayudado a llegar casi sano y casi salvo.

5:52:28 en la posición 137 de mi categoría y 393 de la general, que para un Piltrafilla está más que bien. Sobre todo teniendo en cuenta que casi el 30% de los inscritos abandonaron la prueba. Queda más que justificado el ¡¡PABERNOS MATAO!!, aunque el que ganó hizo poco más de 4 horas. ¿Un marciano?

Nada más cruzar la línea de meta me bajo como puedo de la bici y le doy mis más sinceras gracias a Josep por su inestimable ayuda en esta aventura.

Nos zampamos una fideuá más que plastosa y una cerveza reparadora. Llamo a la cónyuja y se queda sorprendida de lo pronto que he llegado a la meta.

Mientras lavamos las bicis me da una tiritona y me asusto un poco, pues la temperatura tampoco es tan baja como para eso, así que nos dirigimos a la meta donde acaban de llegar mis paisanos con cara de "¡Ah!, ¿pero esto ya se ha acabado?". Nos hacemos unas fotos mientras charlamos y Pedro nos cuenta como ha venido a Sariñena para partir un buje y quedarse sin hacer más que 20 kms.

Me despido de todos ellos hasta otra ocasión, me cambio un poco de ropa, cargo la bici en el coche y para casa escuchando el fútbol tranquilamente.

Mientras conducía iba pensando en el famoso "nunca mais" pero transcurridas 72 horas ya no estoy tan seguro.

¿¿Volveremos el año que viene??

¿Estamos locos o qué?

26 abril 2007 · 0 comentarios

Ya hace mucho tiempo que me rondaba por la cabeza la idea de apuntarme a una prueba de esas denominadas "Maratón", que tan de moda se están poniendo últimamente.
Como pasa muchas veces, por unos motivos u otros nunca me acababa de decidir. Que si este año no que estoy hecho un Piltrafilla, que si no hay nadie que me acompañe, que si...
Bueno, pues este año ya me he preinscrito en una de ellas.
Para mi debut he elegido la Maratón de los Monegros. 114 kms por tierras de Huesca, con salida a una hora más que extraña (14:00 horas) y con el riesgo más que real de que, a poco que te embobes o tengas alguna avería, de llegar de noche a la meta. De hecho la organización recomienda llevar una luz frontal por lo que pueda pasar... glupss!!
En principio y salvo sorpresa de última hora iré yo solo. Bueno, solo, solo, lo que se dice solo, no. Vendrán otros 1000 bikers pero no me acompañará nadie de los conocidos, para variar...
Ya veremos lo que pasa pero está claro que estas dos semanas escasas que faltan tengo que darle un poco de caña al tema porque sinó lo voy a pasar un poco mal y, aunque parece que soy un masoquista, tampoco es cuestión de cascar en el intento ¿verdad?

Badalona - Tordera

21 abril 2007 · 2 comentarios

En septiembre de 2004 cuando era un tierno recién llegado al MTB, sin siquiera un año de antigüedad, intentamos repetir la proeza que mi amigo Dami había hecho un año antes, que era hacer la travesía Tordera - Badalona de unos 90 kilómetros por montaña.
Aquel memorable día las cosas no cuadraron como debían y no fue posible acabar esta ruta, debido básicamente a una total falta de planificación, sin cartografía, sin suficiente provisión de agua de algunos de nosotros, con un rodeo/extravío de 24 kms incluidos 12 de subida infernal, una caída de Victor con daños de "chapa y pintura", etc.
El tener que abandonar en Sant Celoni después de casi 60 kms de ruta ha convertido esta travesía en un mito dentro de nuestro grupo y en un eterno objetivo que "algún día" haremos.
Como últimamente el grupo anda algo disperso, tras acumular algunos "bono-parienta" y preparar la infraestructura necesaria (bocata, barritas y Camelbak) he salido de Badalona con la poco sensata intención de llegar hasta Tordera.
A ver, a ver..., ¿pero no era Tordera - Badalona? Pues sí, pero decidí que coger un tren hasta Tordera para llegar a Badalona era comprometerme demasiado y dejar poca capacidad de reacción ante una eventual falta de fuerzas, obligándome a llegar a Badalona por narices, mientras que si salía de Badalona, podía apretar el botón de "EJECT" si al llegar a Vallgorguina estaba "petao" y tomar el tren de vuelta en Sant Celoni, repitiendo de esta forma por tercera vez esta travesía. También influyó algo en la decisión de hacerlo al revés, que ese mismo día el grupo de BTTMANIA realizarían la misma salida y que tendría que coincidir con ellos en el tren. Es público y notorio mi complejo de inferioridad bicicletera y tener que compartir algo de la ruta con estos máquinas o bien ir a mi "bola" y quedar como un asocial, pues no me apetecía mucho.
El sábado me levanto con tiempo para acabar los preparativos de agua y comida y salir a las 8:00 pedaleando tranquilamente en dirección norte.
El día esta nublado con una niebla baja a nivel del mar que en algunos tramos limita la visibilidad a unos 15 ó 20 metros, pero que únicamente cubre la franja marítima más baja y que al empezar la subida desaparece dejando paso a un día radiante.
Con buena temperatura llego a Sant Mateu y en la Roca d'en Toni hago la primera parada y me zampo una barrita, aprovechando para guardar el chaleco y los manguitos pues la temperatura ya no invita a llevarlos puestos.
Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, paso por Sant Bertomeu, Parpers, Can Bordoi, etc... hasta que en la subida al Santuari del Corredor hago la segunda parada y me zampo la segunda barrita a la sombra de una encina magnífica.
La subida hay que tomarla con calma pues es larga, larga aunque no excesivamente dura, así que poco a poco y mientras el sol empieza a achicharrarme el brazo derecho llego al Santuari, inicio de la bajada que me lleva a Vallgorguina para allí decidir si ir a Sant Celoni por carretera a coger el tren o seguir hasta Tordera.
A la llegada a Vallgorguina me compro una Coca-Cola y una botella de Font-Vella, me zampo el bocata de fuet que llevaba y parece como si me hubieran recargado las pilas que ya estaban empezando a flaquear. En el reloj de la iglesia dan las 12. En menos de 3 horas puedo estar en Tordera si todo va bien, así que enfilo el subidón que se dirige a Tordera con más o menos convicción sabiendo que a partir de allí empezaba lo más exigente.
Al rato ya empiezo a ver sitios conocidos de la aventura de 2004 y eso me da algunos ánimos, pero la aguja de la energía empieza a bajar en picado. Para colmo me he puesto unos baggies y no un culotte y mi culito ya no sabe como ponerse en el sillín para que no me duela. Empiezo a estar fatigado y mi mente se rebela enviando pensamientos negativos.
Alcanzo a dos ciclistas, chico y chica, a los que había visto pasar mientras me comía el bocata en Vallgorguina, y pienso que no debo ir tan lento. Me ceden el paso pero decido quedarme a rueda y charlar un poco con ellos. Les pregunto si me falta mucho hasta Sant Martí de Montnegre que es donde recuerdo que empieza la bajada hasta Tordera y la chica, que parece más lugareña que el chico, me dice que todavía me falta mucho y con mucha subida.
Me pregunta que a donde voy y cuando le digo que a Tordera, me mira con cara de estar viendo a un pirao sobre ruedas. Para intentar de rebajar su asombro le digo que "es que vengo desde Badalona así que ya me falta menos ¿no?", pero entonces ya se le disipan las dudas de que estoy de manicomio. El chico se acerca para ver el GPS y al poco nuestros caminos se separan.
Vuelvo a quedarme solo y a partir de allí la cosa se complica más todavía pues en un par de rampotes de narices, justo donde Victor se "empiñó" en el 2004, me empiezan a dar calambres en las piernas. Al principio son los isquios y el cuadríceps de la pierna derecha que amenazan con bloquearse y que me obligan a parar a hacer estiramientos durante unos segundos. En ese momento caigo en la cuenta de que no he tomado sales minerales en todo el recorrido. Segunda falta de previsión junto con el no ponerme culotte.
Durante un rato la sombra del abandono me amenaza, pero a base de plato pequeño y de no apretar parece que la pierna derecha deja de amenazarme con un calambrazo demoledor.
Al ratito es la pierna izquierda quien se une a la fiesta y empieza a cantar por soleares con calambres en isquios y cuadriceps para no ser menos.
El terreno es un continuo sube-baja que no ayuda a que me recupere pero es lo que hay.
Bajo todavía más el ritmo y más lento que el Piraña de Verano Azul llego a Sant Martí de Montnegre y de resfilón veo que el restaurante está abierto.
Me pido un Aquarius y me lo bebo del tirón pensando que me ayudará a recuperarme muscularmente y tengo que decir que al ratito los calambres desaparecieron por completo aunque el indicador de fuerza muscular ya hacía rato que marcaba la reserva para no recuperarse en el resto de la travesía.
Mis recuerdos del 2004 no eran muy correctos y aunque la tendencia es a bajar, todavía quedaban buenas rampas de subida que me minaban más psíquicamente que físicamente.
El paso por Can Benet y su famoso poste indicador me animó mucho pues ya estaba seguro que a Tordera faltaban 13,5 kms (lo ponía en el poste) y seguro que eran de bajada.
¡¡ERROR!!
La llegada al Santuari d'Hortsavinyà también me regala una rampa de narices y además allí tomo una decisión de la que después me arrepentiría pues por seguir el track de mis paisanos del BTTBADALONA, no hago caso a un cartel que indicaba el camino a Tordera y me meto por el GR-92 que en vez de ser todo de bajada tiene, como no, unas rampitas de subida de narices.
El camino señalizado a Tordera que no tomo, lo utilizamos en 2004 para subir hasta Hortsavinyà y creo recordar que baja directamente y sin dar tantas vueltas... aunque me puede fallar la memoria.
Pues nada... que lo que debía ser una bajada donde relajarme y disfrutar, se convierte en más sube-baja, con algún tramo algo técnico y que con más de 80 kms en las piernas y en la mente, me cuesta afrontar.
Finalmente el camino se vuelve asfalto y se ve la civilización allí abajo, pero la carretera tampoco baja directamente y me regala algunos repechos que me acaban de triturar.
¡¡¡Por fin!!! ya veo la estación de RENFE donde acaba mi ruta. Son las 14:32 y para seguir con la tradición hace dos minutos que ha pasado el tren y hasta dentro de una hora no pasa el siguiente. Por lo visto el gafe soy yo y no Alfons ;-)
Me compro una Coca-Cola en el bar de la estación y me como la última barrita que me queda, pues hasta las 17:00 no llegaré a casa y desde que me comí el bocata en Vallgorguina...
Empiezo a hacer estiramientos para pasar el rato y me doy cuenta que estoy totalmente "triturao", "trillao", "machacao". Soy un "Piltrafilla".
Mañana y pasado serán días memorables de agujetas pero lo más importante es que LO HE HECHO, he llegado a Tordera. Las agujetas se pasarán pero la ruta en solitario quedará hecha para siempre.
Sólo la reflexión de no volver a olvidar una mejor planificación de la intendencia isotónica y de utilizar el material apropiado en forma de culotte cómodo.

La nueva "macchina"

11 abril 2007 · 0 comentarios

Hoy estoy que tiro la casa por la ventana y, armado de toda la vegüenza torera disponible, estoy dispuesto a desempolvar el blog cueste lo que cueste.


Las salidas en bici continuan de una manera algo irregular, pero continuan. Algunas semanas sábado y domingo, otras algún día más, otras algún día menos, unas veces sólo, otras acompañado, ... vamos, como siempre pero todavía de forma más anárquica.

En este tiempo que llevo sin explicar mis aventuras, POR FIN tengo cuadro nuevo en la bici. Es un cuadro Trek Fuel EX9 del 2007 y la verdad es que es precioso. Comparado con el anterior cuadro, éste tiene un amortiguador Fox RPL con 120mm de recorrido trasero y basculante asimétrico que solventa la falta de rigidez trasera que tenía el anterior.

El cambio de cuadro me ha traido algunos quebraderos de cabeza pues, antes de ver el nuevo cuadro en directo, tenía la intención de comprar una Cannondale Rush, pero cuando lo tuve en mis manos verdaderamente me enamoró y decidí darle una oportunidad.

El aumento de recorrido trasero dejaba a la antigua horquilla de 100mm como una opción poco recomendable y más cuando este nuevo cuadro se monta de fábrica con horquillas de 130mm. Ya de perdidos al río. Decidí montar una horquilla de 130mm de recorrido pero con cambio de recorrido a 100 mm para las subidas más empinadas y la verdad es que la elección ha sido de lo más acertada. La Rock Shox Revelation Air U-Turn 426 PopLoc (sí, así de larga es la filiación de la dichosa horquilla), es una maravilla. Se muestra rígida y tragona por lo que las trialeras se han vuelto un territorio más que apetecible por donde paso con una mayor confianza que antes.

A esto se le une la rigidez y sensibilidad del cuadro que ahora incorpora un punto de articulación en los tirantes con rodamientos sellados y que lo hace más sensible que en anterior.

Resumiendo, que estoy más contento que un niño con zapatos nuevos.

La nueva máquina de torturas.

Para verla más grande clicka aquí

Para acabarla de adornar, le he puesto unas ruedas Mavic que la han aligerado un poco y la han hecho un poco más rodadora, además de potenciar el apartado estético y permitir el uso de cubiertas tubeless.